Por Rick Corteville
Director global de marketing de DTEN
El mundo ha cambiado y las personas también lo hemos hecho con él. Durante los últimos dos años, nos hemos visto envueltos en la digitalización de las cosas: hemos aprendido a vivir y trabajar en casa y las fronteras del trabajo, familia, amigos y más fueron derrumbadas con las diferentes soluciones de colaboración que salieron al mercado. A lo largo de décadas, las empresas de tecnología avecinaron este momento, pero a todos nos envolvió y cobijó de la noche a la mañana.
Los avances tecnológicos han sido gigantescos, la adopción de la tecnología ha sido aplastante y hoy en día niños, jóvenes, adultos y ancianos somos parte de la misma adopción de la tecnología.
Una nueva forma de comunicación caracteriza a la realidad tecnológica post-pandemia
La forma de comunicarnos evolucionó de un día para otro. Reflejo de esto es que durante 2020 las plataformas de videoconferencias crecieron hasta 300%, convirtiéndose en acciones cotidianas; las aplicaciones de colaboración están incrustadas en nuestro diario vivir y no hay vuelta atrás, nuestra nueva normalidad llegó y no se vislumbra su partida. Tal vez se modifique, pero no volveremos a como nos comunicábamos antes.
Lejos quedaron los días donde levantábamos un teléfono para hablar de un punto a otro. El poder ver a las personas en donde quiera que se encuentren está a un dedo de distancia. Las películas de ciencia ficción, las animaciones futuristas y lo que pensábamos que aún estaba lejos ya es una realidad y somos parte de ello. Y todavía no hemos visto lo que alcanzará y hasta dónde llegará.
Recientemente, Facebook anunció su Metaverso y la nueva forma digital en la que viviremos;
todavía está en sus inicios, pero no hace mucho también lo estaba el internet y las videoconferencias. Nuestros avatares serán nuestra nueva forma de comunicarnos y convivir con el mundo. Algunos pelearemos, otros nos opondremos y algunos más lo adoptaremos como nuestra nueva realidad. El mundo cambia y tenemos que cambiar con él.
Las empresas, los estudiantes, las amas de casa, los doctores y demás personas nos hemos esforzado por mejorar nuestras soluciones de videoconferencia y colaboración. Recuerdo muy bien los primeros días de la pandemia ver a mis hijos tomando clases de sus profesores grabadas con un celular y subidas a Zoom. Todos buscamos la manera rápida de resolver la problemática que hasta ese momento parecía de meses. Con el paso de el tiempo fuimos profesionalizando nuestras soluciones de colaboración, tanto de hardware como de software, y hoy en día vemos ese incremento en la industria de soluciones profesionales de todo tipo.
Las reuniones largas y tediosas han sido reemplazadas por otras más cortas y enfocadas, nos hemos vuelto más eficaces en nuestras comunicaciones y, hasta cierto punto, menos formales. Actualmente, no hay más preocupaciones porque nuestros hijos irrumpen en una videoconferencia, los sonidos cotidianos de la calle se filtran o y la esposa pasa para seguir con sus cosas en la comodidad de su hogar. La informalidad y casualidad también irrumpieron en nuestra manera de comunicarnos… es lo de hoy.
La forma y herramientas con las que nos comuniquemos serán clave cuando volvamos a nuestros lugares de trabajo, los sistemas de videoconferencia serán una prioridad para aquellas empresas que quieran adaptarse. Tener éxito en el mercado de las videoconferencias implica proporcionar funciones básicas que se usan con mayor frecuencia, innovaciones para impulsar reuniones más productivas, interactivas, reales y con una fuerte sensación de conexión a distancia.
Actualmente, las soluciones de videoconferencia tienen funciones innovadoras que, sin duda, harán que las personas se sientan más cómodas y hagan de las videollamadas una práctica
común en su vida diaria. Por ejemplo, ahora los usuarios podrán obtener su propio marco en las reuniones para que incluso los más pequeños de la familia estén representados en un ‘Zoom familiar’, además de novedades de la cámara, ya que ésta puede seguir los movimientos de la persona que está hablando mientras se desplaza en el interior de la habitación.
Para la colaboración en el trabajo hay grandes ventajas como el uso de una pizarra interactiva que permite que uno o varios colaboradores puedan realizar anotaciones en una misma presentación.
Con novedades como éstas, será cuestión de poco tiempo para que las personas puedan
romper esa brecha tecnológica para hacer de las videoconferencias su herramienta básica de comunicación.
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