Ciudad de México.- Desde siempre hemos vivimos constantemente estresados y si ahora le sumamos el factor de una nueva realidad como la cuarentena, nuestros niveles de estrés se ven aún más afectados.
Sentir estrés está bien, ya que refleja productividad, distinción y éxito. El estrés es un mecanismo natural en el ser humano que se presenta para protegernos de las amenazas que enfrentamos en el día a día.
No obstante, también sabemos que el estrés puede ser la terrible consecuencia de ser workaholic. Ese estrés se considera malo porque se vuelve crónico y altera el equilibrio que da salud, es un correr de la amenaza todo el tiempo, lo cual provoca un desorden interno y la elevación crónica de cortisol y, por consiguiente, altera los ejes hormonales, haciendo que la insulina se mantenga elevada y la melatonina baja, no nos deja dormir, condiciona aumento de peso principalmente a nivel abdominal y así sigue escalando hasta llegar a un síndrome metabólico o un infarto.
¡Un poco de estrés es como la sal y la pimienta, le pone adrenalina a la vida! Por ejemplo, el estrés del examen profesional que nos pone alerta para contestar correctamente, el de correr contra reloj para cruzar la meta o el de dar el último aliento en la clase de pilates o de cyclo. Ese es estrés del bueno, funciona como homeorresis (fenómenos de continuo cambio para lograr estabilidad).
¿Recuerdas cómo se siente correr hasta quedarte sin aliento para después sentir cómo tu cuerpo se recupera? A diferencia del estrés crónico, el estrés bueno es el que da tiempo para recuperarnos.
¿Qué hacer para evitar el estrés malo?
La Dra. Paola de la Garza, nutrióloga clínica de Pronokal México, recomienda las agendas. «Si no se agenda, lo más probable es que no suceda. Claramente al día no le podemos sacar una hora extra, entonces vamos a agendar el tiempo en cinco pilares:
1. Ejercicio: diariamente, es parte de la vida. Mínimo 40 minutos.
2. Auto cuidado: rutinas de higiene, alimentación, hobbies y apapacho. El tiempo que tú puedas o quieras.
3. Trabajo: 100% enfocado, ¡adiós al multitasking!
4. Descanso: duerme la siesta de 20 minutos y tus 6-8 horas diarias por la noche. Toma tu tiempo de aburrimiento y relajación.
5. Esparcimiento: solo y con la familia. Igual que el punto 2, tú designa cuánto».
Procura no sobre-agendar tu vida, ya que te la pasarás mal, correrás todo el tiempo y de todas formas le quedarás mal a tu familia, amigos y a ti mismo. Destínale tiempo a cada eventualidad, esto te hará sentir más sereno. «Debes estar donde indique la agenda que tú mismo decidiste. Por supuesto, habrá días de imprevistos donde tendrás que adaptarte o, de lo contrario, vivirás el caos. Así es la vida. Además, ese estrés ocasional no hace daño», señaló la especialista.
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