Por Dra. Claudia L. Milán
Coordinadora de la especialidad de Odontopediatría en clínicas dentalia
Una de las épocas del año más esperadas por chicos y grandes ¡ya está aquí! Por supuesto, estamos hablando de Halloween y de la tradicional fiesta mexicana Día de Muertos, por lo que es momento de ponerle mucha creatividad a nuestros disfraces para salir a las calles a pedir nuestra calaverita. Entre monstruos, vampiros y calaveras no pueden faltar los dulces y golosinas, los cuales son las estrellas de estas fiestas y que los niños esperan con mucha ilusión. Vivir esta experiencia es parte fundamental de la infancia; sin embargo, debe llevar ciertos cuidados para que cada año se disfrute al máximo.
Los caramelos y las golosinas causan un desequilibrio en la boca que puede alterar la salud dental de toda la familia. La principal consecuencia es la caries, además de causar problemas como inflamación en las encías, mal alimento, fracturas dentales, así como problemas a nivel sistémico.
En México, 1 de cada 20 niños menores de 5 años y 1 de cada 3 entre 6 y 19 años presenta sobrepeso, convirtiendo a nuestro país en los primeros lugares a nivel mundial de obesidad y el noveno en diabetes, además de que podemos encontrar niveles altos de colesterol y problemas cardiovasculares.
Cabe mencionar que no podemos quitarle en su totalidad los dulces a los niños, pero sí podemos ofrecérselos de una manera más adecuada.
¿Qué dulces son los más recomendados para darles a los niños?
Dulces mexicanos. Son la mejor opción, ya que, además de formar parte del folclor de nuestra nación por sus sabores y colorido, están hechos de ingredientes naturales que aportan nutrientes benéficos a nuestro organismo. Las cocadas, obleas, alegrías y palanquetas son los mejores.
Chicles. Presentan grandes beneficios porque ayudan a eliminar los restos de comida entre los dientes y aumentan la producción de saliva que ayuda a limpiar la boca. Estos deben ser “sugar free” o que contengan Xilitol.
Chocolate. Por su consistencia no dura mucho tiempo en la boca y no se queda atrapado en los dientes como lo hacen otras golosinas; sin embargo, se recomienda que tengan porcentajes altos de cocoa, ya que este no contiene azúcar como los chocolates con leche o blancos.
Dulces en polvo. Aunque, en su mayoría, el ingrediente principal es el azúcar, se disuelven rápidamente en la boca y no se pegan a los dientes.
¿Qué dulces no son recomendados para que consuman los niños?
Dulces bajos en azúcar. Generalmente este tipo de dulces están pensados para adultos y cuentan con edulcorantes que no son recomendables para los más pequeños en casa.
Golosinas ácidas. Se evitan porque perjudican el esmalte de los dientes muy rápidamente, causando principalmente erosión dental.
Paletas de caramelo. Duran más tiempo en boca, por lo que el azúcar llega a todos los rincones y por su dureza pueden provocar fracturas dentales.
Chiclosos. Son los peores porque se quedan pegados en la superficie de los dientes durante muchas horas, por lo que son un banquete para las bacterias de la boca que producen la caries.
Dentaduras de vampiro. Se deben utilizar por periodos cortos, ya que si se utilizan por mucho tiempo pueden irritar las encías.
Es muy importante que con los dulces se eviten los atracones, que se coman una vez al día, evitando que sea entre comidas; beber agua después de comer las golosinas, ya que diluye el azúcar en la boca; y cepillarse los dientes por lo menos 2 veces al día. Con estos consejos, Halloween es una gran oportunidad para fomentar en la familia buenos hábitos de alimentación y cuidado dental; además, es importante que se visite al odontólogo con regularidad para estar libres de caries.
Ahora sí, es momento de ponerse el disfraz y divertirse de una manera más saludable.
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