Por Carolina Mijares
Gerente de marketing regional para Vanish e impulsora del programa Hilos Rosas
Todos los días los seres humanos tomamos del planeta cada uno de los insumos que necesitamos para mantener nuestro estilo de vida, desde aquellos que resultan ser básicos hasta otros que no lo son, llevando a los ecosistemas del mundo a resentir la extracción de esos recursos.
Es por eso que uno de los primeros pasos que debemos dar en la búsqueda de un cambio positivo es informarnos acerca de los impactos que pueden tener en el entorno las decisiones de consumo que tomamos.
Sobre nuestros hábitos de consumo relacionados con las prendas, entre 2000 y 2014, por ejemplo, la producción ropa se duplicó debido, entre otros aspectos, a que las personas damos cada vez menos una segunda oportunidad a las prendas y preferimos adquirir nuevas opciones.
Ante esta situación, diversos organismos e instituciones a nivel mundial han venido trabajando para impulsar que la industria de la moda se equilibre con los objetivos 2030, enfocados en frenar el cambio climático y establecer prácticas comerciales más justas con el entorno.
Reparar y lavar correctamente la ropa, acciones que contribuyen a alargar su vida útil
En este sentido, de acuerdo con el Indice de Sustentabilidad, elaborado por The Business of Fashion, cada vez es mayor el interés de los consumidores por dinámicas más responsables como las reparaciones de ropa, entendiendo que, más que una alternativa, es una necesidad empezar a trabajar en nuevas opciones que permitan al planeta estar mucho más protegido ante el avance de nuestra huella ecológica.
De esta manera, acciones sencillas como restaurar nuestra ropa o seguir las recomendaciones de lavado de prendas pueden hacer la diferencia alrededor de su vida útil, permitiendo que puedan ser usadas por un tiempo mucho mayor al pensado inicialmente.
Aunado a todo esto, es importante que la industria de la moda continúe impulsando esfuerzos hacia un modelo circular, orientada al rediseño y reincorporación de productos y servicios para mantener en la economía el valor y la vida útil de los productos, materiales y recursos asociados.
También es importante mencionar que las empresas tienen una responsabilidad alrededor de este tema. Pueden impulsar, desde su trinchera, la ropa de segunda mano y el reciclaje de prendas, buscando revalorizarlas.
Programas como Hilos Rosas se enfoca precisamente en el cuidado de la ropa usando productos limpiadores y quitamanchas que permitan su posterior rescate y rehabilitación, una labor que, sin duda, ayudará a reducir los desechos en México.
Brindar una nueva oportunidad a nuestras prendas, además de protegerlas para que se mantengan en el mejor estado posible, ayudará no sólo a estar a la moda, sino también a cuidar el planeta que habitamos.
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