Ciudad de México.- El 5 de octubre se celebra el Día Internacional de la Sonrisa, el gesto más genuino de alegría y una forma de expresión que, sin ningún sonido, dice más que mil palabras.
Si bien la mayoría de las personas nacemos con la posibilidad y el derecho de sonreír, existen otras que nacen con Labio y/o Paladar Hendido (LPH), una malformación genética que no sólo los priva de la oportunidad de sonreír, sino que también les roba la sonrisa a sus familias al imaginar un futuro más complicado para su ser querido.
Afortunadamente, el LPH puede corregirse inclusive si no se cuenta con los recursos económicos para el tratamiento, que en algunos casos puede llegar a sumar alrededor de un millón de pesos.
Gracias a organizaciones como Smile Train, muchos niños que en otros tiempos no tenían acceso a un tratamiento de calidad de LPH pueden ahora contar con uno efectivo e integral. Éste no sólo implica una cirugía para reparar la fisura y las consecuencias estéticas, sino que además incluye terapias de lenguaje, alimentación, ortodoncia, apoyo psicológico, ortopedia maxilar, entre otras, permitiéndoles crecer y desarrollarse como cualquier otro pequeño de su edad.
Se estima que uno de cada setecientos bebés nace con esta condición. Sólo en México se calcula diez nacimientos al día con LPH. Aunque las causas se atribuyen a factores genéticos y ambientales no bien definidos, un seguimiento puntual del embarazo y el ultrasonido permiten determinar si el bebé nacerá con esta condición. Esto hace posible que la familia y el equipo médico planeen su abordaje temprano, el cual se puede llevar a cabo desde el nacimiento.
Smile Train impulsa una solución sostenible al problema de LPH al concentrarse en dar apoyo a médicos locales que puedan ofrecer la atención adecuada a estos pacientes. En sus 34 centros especializados, distribuidos en 23 estados de la República Mexicana, la organización apoya a equipos multidisciplinarios de médicos que brindan tratamiento gratuito a niños y adultos que lo necesitan; con ello, les dan la oportunidad de desarrollar una vida plena, productiva y con las mismas oportunidades que los demás para integrarse sanamente a la sociedad.
Con tantos motivos para celebrar, Smile Train aprovechó el Día Internacional de la Sonrisa para organizar en Papalote Museo del Niño un evento para cien niños con labio y paladar hendido corregido que festejan su derecho a sonreír. Todos estos pequeñines han adquirido un derecho al que no van a renunciar y nos recuerdan la fortuna que es sonreír, un gesto tan simple y a la vez tan rico que tiene el poder de regalar alegría y felicidad.
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