Ciudad de México.- Desde hace seis meses, millones de mexicanos se han visto obligados a trabajar desde casa. Y aunque en un principio la modalidad de home office parecía cómoda para todos, también ha traído consigo diversos puntos de controversia relacionados con la comunicación y el rendimiento en las empresas.
Esta “nueva normalidad” ha impulsado nuevas condiciones de trabajo y, sin duda, adaptarse a ellas ha sido uno de los retos más importantes de este año. La pandemia no sólo ha interrumpido nuestra práctica laboral habitual, sino que nos ha forzado a buscar nuevas formas de alinear la aportación de cada colaborador con los objetivos organizacionales (tales como los del desempeño y la productividad). Puesto que las metas ahora son cambiantes y dinámicas, es indispensable migrar de un modelo tradicional de desempeño (por horas trabajadas) a una propuesta por objetivos y metas cumplidas.
En cuanto a formas de medir la efectividad laboral de la empresa, la manera más común es la “evaluación de desempeño”, que consiste en una revisión periódica (comúnmente trimestral o anual) de resultados laborales donde se monitorean los objetivos y las métricas de cada colaborador.
Aunque el modelo de evaluación de desempeño es muy efectivo, se pueden hacer algunas modificaciones, entre las que se incluyen las siguientes tendencias:
· Utilizar plataformas/software de recursos humanos para automatizar los procesos y hacer la implementación en línea.
· Evaluar en periodos más cortos (semanal, mensual o por trimestre).
· Establecer objetivos cuantitativos y/o cualitativos claros, de preferencia en formato SMART (específicos, medibles, alcanzables, realizables y en tiempo).
· Ofrecer retroalimentación 360°, involucrando no sólo al jefe, sino también a pares, subordinados, clientes internos y/o externos como proveedores.
· Implementar feedback continuo con verdaderos diálogos de desempeño que sirvan para apoyar, contener y motivar.
“Cuando estamos pasando por épocas complicadas, adaptarnos y alinearnos a los nuevos modelos es esencial. Las tendencias para evaluar el desempeño implican ser más concisos para poder responder más rápido. Automatizar nuestros procesos y obtener niveles de cumplimiento de objetivos y métricas más cortas nos harán más agiles en nuestra toma de decisiones”, aseveró Andrea Vargas, directora de Potentor, plataforma enfocada en la gestión, planeación y desarrollo del capital humano.
Estar en una crisis conlleva a adaptarse y seguir adelante. La pandemia es una excelente
oportunidad para redefinir modelos, cuidar a nuestros colaboradores y ver realmente de qué estamos hechos.
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