Ciudad de México.- El Día de Muertos en México es una festividad única. Se celebra el 1 y 2 de noviembre con altares llenos de flores, velas, comida y recuerdos dedicados a los seres queridos que ya no están. Aunque la cultura mexicana abraza a la muerte, el fallecimiento de alguien cercano es un golpe inesperado que, por encima de la tradición, suele ocasionar secuelas emocionales profundas y afectar la vida de las personas en distintos niveles.
“Cuando un colaborador que forma parte de nuestra empresa pierde a un compañero de trabajo con quien compartió responsabilidades, tareas, conversaciones durante el café o confidencias personales, las repercusiones pueden ser profundas. Este tipo de pérdida no solo afecta el ambiente laboral, también puede impactar la salud de quienes quedan, crecer los índices de rotación y afectar la productividad de la organización”, comenta Yunue Cárdenas, coordinadora del Hub de psicología de Affor Health, empresa especializada en gestionar y mejorar la salud psicosocial de las personas en las organizaciones.
La ausencia de esa persona que formaba parte de la dinámica diaria puede generar sentimientos de tristeza, soledad y una disminución en la motivación. Se vuelve un recordatorio constante de la pérdida, lo que puede afectar el rendimiento y la estabilidad de los equipos.
“Para las empresas, esto no solo se traduce en una disminución en el rendimiento de una persona, también afecta la cohesión del grupo. Por ello, contar con programas de salud mental que atiendan estas situaciones resulta fundamental para que los colaboradores puedan procesar y enfrentar una pérdida de esta magnitud”, detalla la especialista.
Contar con un programa de salud mental empresarial ayuda a colaboradores a enfrentar la pérdida
Actualmente, la Ley Federal del Trabajo (LFT) no contempla la figura de permisos por luto, lo que obliga a muchos a continuar trabajando en un momento de gran vulnerabilidad.
Este contexto resalta la importancia de implementar programas de salud mental en las organizaciones, que no solo aborden el luto de los trabajadores, sino también ofrezcan recursos y apoyo emocional durante estos momentos difíciles.
Los programas de salud mental empresarial están diseñados para apoyar a los colaboradores en momentos difíciles, proporcionándoles herramientas para enfrentar situaciones de crisis como la pérdida de un ser querido. También ofrecen asesoría psicológica que no solo beneficia al trabajador afectado, sino que impacta en la cultura organizacional de la organización, fomentando un entorno de empatía y comprensión.
“Las empresas que cuentan con programas sólidos de salud mental suelen tener una menor tasa de rotación, mayor productividad y un fuerte sentido de compromiso por parte de sus colaboradores en comparación con aquellas que carecen de estos. La inversión en la salud mental de los trabajadores no es solo una medida de cuidado, sino una estrategia empresarial que contribuye a crear un ambiente laboral positivo y resiliente”, añade Cárdenas.
3 acciones clave para las organizaciones que buscan implementar o mejorar sus programas de salud mental
1. Capacitación en salud mental para líderes
Los líderes deben recibir capacitación para manejar situaciones de pérdida en sus equipos, ya que una respuesta empática y bien informada puede marcar la diferencia. Esta capacitación les permite detectar señales de duelo, facilitar el proceso de adaptación y brindar apoyo a sus equipos. Esto no solo beneficia a los colaboradores en duelo, sino también promueve una cultura de apoyo que fortalece la cohesión y moral del equipo.
2. Implementación de programas de apoyo psicológico
Facilitar el acceso a asesoría especializada en duelo permite que los colaboradores tengan un espacio seguro para hablar sobre su dolor. Las sesiones de apoyo psicológico, individuales o grupales, ayudan a procesar la pérdida y mitigar sus efectos emocionales. Este tipo de recurso busca ser un apoyo para los colaboradores y disminuir la probabilidad de afectaciones en su desempeño.
3. Flexibilidad en tiempos de duelo
La flexibilidad en horarios y cargas de trabajo durante el duelo es una medida que permite al colaborador procesar la pérdida sin la presión de mantener el mismo ritmo de trabajo. Proporcionar días de permiso o reducir temporalmente la carga laboral permite al empleado ajustar su situación emocional. Esto impacta positivamente en la empresa, pues los colaboradores regresan a sus funciones con mayor estabilidad y gratitud hacia la organización.
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