Ciudad de México.- La historia del restaurante Alfredo Di Roma, cuna del mundialmente famoso Fettuccine all’Alfredo, inició cuando Alfredo Di Lelio, joven apasionado de la gastronomía, comenzó su odisea en un pequeño restaurante propiedad de sus padres. Años después, y derivado del nacimiento de su hijo, encontró el camino que lo hiciera famoso gracias a su Fettuccine hecho a base de sémola ligera, mantequilla casera y queso parmesano de primera calidad, que hasta la fecha se mantiene como uno de los platillos más aclamados de la cocina italiana.
Con los años, la tradición pasó de padre a hijo y de hijo a nieto, y fue así como Alfredo II, orgulloso heredero de la dinastía, amplió las fronteras de su imperio hasta llegar a México en noviembre de 1996, fecha en que Alfredo Di Roma abrió sus puertas en el hotel Presidente InterContinental, el cual ha sido su hogar durante 22 años.
Los deliciosos platillos que ofrece Alfredo Di Roma en México son creación del chef Mauro Chiecchio, quien ha estado al frente de la cocina desde la apertura del restaurante.
Después de una primera exitosa etapa, Alfredo Di Roma cerró brevemente sus puertas para dar paso a una extensa remodelación que cambió completamente la cara del establecimiento. Espacios más amplios, una decoración sobria y sofisticada, la incorporación de una terraza y una barra donde los comensales podrán observar la preparación de pasta fresca y cocteles son algunas de las novedades más sobresalientes. El arquitecto Rafael Sama, director de Sama Arquitectos, fue el encargado del proyecto de remodelación que tomó cerca de tres meses.
Los cambios se hacen notar desde la entrada, comenzando con la Cava, que con sus más de mil 500 etiquetas da la bienvenida a los clientes. En el interior sobresale una decoración elegante y moderna, donde predomina la madera y se perciben algunos cuadros de la historia del lugar. En la parte central está colocada una barra, en la que se elaborará y empaquetará pasta fresca para llevar, además de realizar preparaciones en vivo (show cooking) de alimentos y bebidas. Y también está la terraza, una sección donde se exhibirán cerca de 25 bolas de queso Parmiggiano Regiano, que simboliza el corazón del restaurante y representa a su platillo estrella.
Para eventos y reuniones, Alfredo Di Roma ofrece un salón privado con capacidad para diez personas y dos salones semi privados con capacidad hasta para setenta personas, cada uno cuenta con novedosas herramientas tecnológicas ideales para cualquier tipo de reunión.
El restaurante tiene un aforo total de 169 personas, noventa en interiores y 79 en terraza.
El menú también se revitalizó con nuevas presentaciones y mayor variedad de platillos, entre los que destacan cinco variedades de Pizzetas y pastas hechas en casa como el Gnocchi de Papa en salsa de Cuatro Quesos, los Tallarines Blancos y Verdes con Jamón y Salsa Mornay Gratinada y el Pappardelle en Ragú de Cola de Res, además de nuevos cortes, pescados, risottos y postres. Estos nuevos platillos se unen a las opciones clásicas que han dado vuelta al mundo como el Fettuccine all’Alfredo y el tradicional Tiramisú.
En sus 22 años de vida dentro de territorio mexicano, Alfredo Di Roma ha servido casi dos millones de Fettuccines Alfredo y ha recibido cerca de tres millones de comensales, convirtiéndose en uno de los espacios consentidos de turistas y capitalinos sibaritas, además de ser un digno representante de la auténtica cocina italiana y un verdadero heredero de tradición.
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