Por Karen Yada
Líder de psicometría y recursos humanos en Potentor
La marca empleadora se define como la reputación y percepción que una organización tiene como empleador, es decir, la imagen que proyecta a posibles candidatos y al mercado laboral. Una buena marca empleadora ayuda a la atracción y retención de talento, lo que proporciona una ventaja competitiva en el mercado y reduce costos de contratación al atraer candidatos calificados de manera proactiva.
Una de las mejores prácticas para tener una marca empleadora sólida es convertir a los colaboradores en embajadores de la marca. Estos son aquellos colaboradores apasionados con su organización y dispuestos a promocionarla entre sus círculos cercanos.
Para lograr esto, a continuación comparto las mejores prácticas para generar y mantener una buena marca empleadora a través de embajadores de marca.
¿Cómo convertir a tus colaboradores en embajadores de marca?
Lo primero es identificar la filosofía organizacional y las características que tu organización desea proyectar. Es decir, qué es lo que quieres que se diga de ti, cómo quieres que te conozcan.
Es importante que en los procesos, políticas, comunicaciones y programas de la empresa se vea reflejada esa filosofía y esas características que definiste. Recuerda que las acciones hablan más que las palabras; por lo tanto, es importante ser congruente.
Crea un entorno de trabajo positivo a través de experiencias congruentes con la filosofía de la organización. Los colaboradores que son felices en el trabajo son más propensos a sentir pasión por su empresa y a querer compartir sus experiencias positivas con los demás.
Genera pasión por la organización. Un colaborador apasionado por su rol puede ser imparable, por lo que debes asegurarte de que la empresa cuente con un ambiente de trabajo positivo, ofreciendo oportunidades de desarrollo profesional y creando una cultura de respeto y aprecio.
Las familias de tus colaboradores pueden ser grandes aliadas si generas programas o proyectos donde ellos puedan enamorarse también de la marca.
Una buena marca empleadora no sólo beneficia a las organizaciones en términos de atracción de talento, reducción de costos de contratación y mejora de la productividad, sino también contribuye a la construcción de relaciones sólidas con los empleados y clientes.
Al invertir en el fortalecimiento de la marca empleadora, las empresas pueden establecerse como empleadores preferidos y construir un futuro prometedor en el panorama empresarial. En definitiva, una marca empleadora exitosa se convierte en un activo invaluable que impulsa el éxito a largo plazo y el crecimiento sostenible de las organizaciones.
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