actividades empresariales Covid-19

Por José Luqué
Country manager de Infor México

Los cierres y paros de actividad en México como medidas de contención por COVID-19 han arrojado incertidumbre en varios sectores. Según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México está entre los países del G-20 con el mayor impacto potencial a su economía debido a los cierres y paros de actividad como medidas de contención por la pandemia. En productos no estratégicos, todo lo que no está relacionado con bebidas y alimentos o con la industria de salud o médica ha tenido un decremento en su consumo.

¿Qué comportamiento han tenido las actividades empresariales durante la pandemia?

El confinamiento ha ocasionado que haya menos actividad en campo y, por ende, menos consumo. Algunas industrias que han sufrido estos paros a nivel nacional son la hotelera y las de entretenimiento, tales como cine, teatros, museos, entre otros, y ha afectado la actividad económica y empresarial.

Industrias como oil & gas y la automotriz (tanto armadoras como proveedores) también están detenidas. No obstante, se vislumbra una luz al final del túnel con el anuncio que han hecho las autoridades sobre el regreso paulatino a las actividades, lo cual ha generado optimismo y las empresas están desarrollando planes estratégicos, sin dejar a un lado las medidas sanitarias que permitirán esta integración en el mundo económico.

Se estima que los procesos para la reactivación de las actividades empresariales tardarán de dos a tres meses, aunque otros están postergados al siguiente año; sin embargo, no todo el panorama es negativo, ya que existen industrias que se han mantenido e incluso se han acelerado. Existen dos sectores muy activos en el escenario descrito previamente: la industria de alimentos y bebidas, donde, conforme a los objetivos de venta, algunas empresas han tenido resultados por encima del presupuesto y sus objetivos, tanto en volumen como en valor, se han cumplido hasta con un mes de adelanto.

No obstante, esta aceleración intempestiva de actividades ha causado un estrés operativo en relación con el cumplimiento de un abastecimiento efectivo de productos en la cadena de suministro, lo cual ha traído ciertos retos operativos internos, muchos relacionados con el aprovisionamiento en tiempo y forma de productos específicos, con el análisis de demanda de productos y la capacidad de poder atender de manera efectiva las líneas de producción.

La industria de logística va implícita en las actividades de la industria de alimentos y bebidas, pero no sólo está embebida en estos sectores, la industria logística per se que da servicio a todos los sectores sigue siendo relevante, crítica y muy activa. Hoy en día, las cadenas de suministro se han visto afectadas y modificadas de manera importante y se ha forzado a una actividad más pronunciada y proactiva por parte de las compañías transportistas para adecuarse a la situación actual. La tecnología es la que ha ayudado a mitigar estos imprevistos y dar la continuidad necesaria para cumplir con la demanda de los consumidores.

Empresas de consumo (retail) que no están necesariamente en la parte de consumo directo y/o estratégico, en definitiva, se han visto mermadas por el cierre de tiendas. Las ventas al consumidor se han ido prácticamente a cero en respuesta a este decremento, solamente quienes han tenido la plataforma o estrategias en su negocio y que hayan incrementado sus esfuerzos en dirigirse a ventas electrónicas (e-commerce) son aquellas que se han visto beneficiadas.

En materia de e-commerce, ante las medidas de aislamiento causadas por el coronavirus, las compras por internet se muestran al alza y se espera que en México este cambio de hábito haga crecer el sector de comercio electrónico un 60 por ciento al cierre de 2020, según previsiones de IDC.

Por todo lo anterior, nos encontramos en el momento indicado para que las empresas que basen sus actividades en ventas evalúen todas las herramientas con las que cuentan hasta el día de hoy. Condiciones comerciales, de asignación de recursos, gente, tiempo o temporalidad de ejecución en cuanto a compromisos han dado cabida a que las empresas consideren nuevos recursos tecnológicos y fortalezcan aquellos que ya tienen.

Para ello, la tecnología sigue siendo un gran aliado, pues con ella será posible obtener mejores oportunidades, mayor penetración en mercados que quizás no se tenían previsto o alcanzar una mayor base de clientes y/o consumidores.

Estamos en una situación que nos presenta una excelente oportunidad para hacer todas las operaciones existentes más productivas. Los momentos de crisis son momentos para evaluar, reflexionar y recapitular; es un momento para detenernos, junto con las actividades operativas, y analizar y repensar para crear nuevas maneras de hacer las cosas y así crear oportunidades y hacerlas más productivas a través de la tecnología.

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