Por Jaime Menéndez
Sr. partner de PerPHect
En una época caracterizada por la rápida evolución de los mercados y la necesidad de adaptación constante, se han creado nuevas figuras que se alzan con creciente prominencia como el de Dueño Presidente. Este asume la presidencia de la empresa mediante el desarrollo de nuevas habilidades de liderazgo estratégico, en lugar de involucrarse en la operación diaria.
¿Cómo beneficia el modelo de Dueño Presidente a las empresas?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el último año, el 62% de las empresas que adoptaron el modelo de Dueño Presidente lograron aumentar su agilidad en la toma de decisiones, en comparación con el 44% que poseen estructuras tradicionales de gestión.
Bajo este paradigma, el Dueño Presidente es el elemento, en cada empresa, que crea las oportunidades y moldea el futuro para así alcanzar nuevos objetivos y metas. Al mantener al dueño en un papel de alto liderazgo, se asegura que la esencia fundamental de la empresa permanezca intacta a medida que se enfrenta a nuevas circunstancias y desafíos, así como llevarla a sus objetivos originales.
La agilidad empresarial se ha vuelto esencial para la supervivencia y el crecimiento de cada organización. Los Dueños Presidentes son capaces de tomar decisiones rápidas y audaces, sin los retrasos inherentes a las estructuras jerárquicas tradicionales. Esta capacidad de respuesta rápida permite a las empresas capitalizar oportunidades emergentes con mayor eficacia.
El Dueño Presidente asegura que la empresa mantenga el talento que necesita en cada uno de sus puntos mientras permanece con la presencia de su fundador, quien velará por su crecimiento y mejores oportunidades. El Dueño Presidente es quien toma las decisiones finales de la empresa y es el que la lleva a su verdadero destino, hacia el futuro y hacia la cima.
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