Ciudad de México.- Impulsados por el comercio electrónico y la adopción de nuevas tecnologías, los pagos digitales se posicionan cada vez más como la opción de pago preferida por los consumidores en México, donde cada vez es más frecuente encontrar tiendas y comercios que privilegien los pagos en línea (dejando en un segundo plano al efectivo), haciendo más sencillas las operaciones financieras.
De acuerdo con el estudio Métodos de Pago y Fraudes. Consumidores Online 2019 de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), las compras en línea ganan confianza en la población debido a que el nivel de dificultad para utilizar métodos de pago por internet es cada vez más bajo, alcanzando el 64 por ciento como algo “muy fácil o fácil de realizar”. Esto refleja el ánimo de los consumidores en un mercado de constante crecimiento.
Dado el auge que viven los pagos digitales en nuestro país, conviene revisar el panorama de lo que puede suceder en la próxima década:
El smartphone es y será el rey
Según cifras de The CIU, a mediados de 2019 se registraron 106.8 millones de smartphones, lo cual convierte a México en un país con vocación digital y con un mercado vasto para el desarrollo de plataformas digitales.
Sobre este último punto, es importante señalar que, de acuerdo con el Estudio de Consumo de Medios y Dispositivos entre Internautas Mexicanos 2019 de la IAB, siete de cada diez consumidores concretaron transacciones en e-commerce en los últimos seis meses, siendo los dispositivos móviles el medio predilecto para realizar operaciones específicas (64% para pedir un servicio de transporte, 60% para ordenar comida a domicilio, 54% para hacer transacciones bancarias, etcétera).
En este sentido, las empresas tendrán un amplio camino por recorrer y fortalecerse, al mismo tiempo que deben ofrecer opciones de pago eficientes y adecuadas a través de estos dispositivos en sus mercados.
El e-commerce crece, crece y crece
El e-commerce será algo cada vez más usado y estandarizado en México. De acuerdo con eMarketer, nuestro país es el líder en crecimiento en comercio electrónico en Latinoamérica e, incluso, esta velocidad de avance (incremento de ventas online de 35%) es más alta que la que tienen países de otras regiones como Canadá y Corea del Sur (21% y 18%, respectivamente).
Si bien estas cifras reflejan el impulso del sector, también agregan retos a las empresas que desean contar con transacciones seguras y que la monetización sea redituable. En este sentido, existen compañías globales como Adyen que brindan asesoría y soluciones para optimizar la estrategia de pago de sus clientes; además, a través de una infraestructura de alta calidad, apoyan el creciente entorno de pagos electrónicos en México.
El potencial de las tarjetas digitales
El mercado mexicano tiene retos importantes para los pagos digitales, uno de ellos está relacionado con la brecha entre el gran número de smartphones con internet y el bajo porcentaje de penetración de las tarjetas de crédito. En este contexto, las carteras digitales presentan una gran oportunidad, ya que permiten realizar transacciones sin necesidad de tener una cuenta bancaria.
En grandes ciudades como Nueva York este método de pago se ha vuelto muy popular; muchos establecimientos colocan calcomanias o logos de las apps y wallets con los cuales los usuarios pueden pagar sin compartir información sensible.
Las amenazas virtuales se fortalecen
A la par del crecimiento anteriormente descrito, uno de los retos más grandes que enfrentarán los pagos digitales en la siguiente década son las amenazas virtuales. De acuerdo con la encuesta El rompecabezas imposible de la ciberseguridad de Sophos, el 55 por ciento de las empresas mexicanas ha sido víctima de ciberdelincuentes. Esto se refleja directamente en la confianza de los consumidores en los pagos en línea, pues sólo seis de cada diez compradores consideran que es “algo seguro o muy seguro” hacer compras en línea según revela el estudio Métodos de Pago y Fraudes. Consumidores Online 2019 de la AMVO.
Esta incertidumbre se podría convertir en una gran oportunidad para las empresas, quienes necesitan fortalecer sus sistemas de seguridad y crear un ecosistema confiable para los usuarios. Dentro de los próximos años, seremos testigos de cómo las transacciones digitales serán más seguras, ya que contarán con sistemas de protección más robustos e integrales.
Como podemos ver, el panorama de los pagos digitales para la próxima década luce alentador para nuestro país. Sin embargo, será mucho más sencillo y rápido aprovechar el ímpetu del comercio online si se cuenta con las herramientas necesarias.
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