Por Fernando Migrone
Vicepresidente de marketing de Zendesk en Latinoamérica
¿Sabías que el 23 de agosto se celebra el Día del Internauta? Así es. Hoy está tan normalizado navegar por la red en cualquier momento y en cualquier lugar que resulta difícil visualizar la evolución del internet en tan sólo tres décadas, antes las computadoras se usaban más como procesadores de texto o calculadoras que para buscar información o divertirse.
Hace 30 años, nuestros papás y abuelos usaban el correo postal, fax y telegrama. Si querías jugar videojuegos ibas a las maquinitas de la esquina (a menos que tuvieras la suerte de tener un amigo con Atari) y las películas eran para verse en el cine, la televisión abierta o en la videocasetera. La movilidad de la navegación era un servicio incipiente, ya que los teléfonos celulares funcionaban principalmente como servicio de voz.
Todo cambió cuando el ingeniero británico Tim Berners-Lee lanzó en agosto de 1991, hace 31 años, el primer servidor web de la historia bajo las siglas de World Wide Web (www). Si bien desde 1989 Berners ya había creado el protocolo de transferencias de hipertextos, no existía una manera de acceder a este contenido como tal. Fue justo con este servidor que el mundo cambiaría para dar lugar a un nuevo término: el internauta.
La velocidad y otros cambios que ha tenido el Internet
Mucho ha cambiado la navegación por la red hoy en día. Para empezar, la velocidad. Los que vivieron el inicio de internet pueden testificar el infierno que era conectarse y los minutos que podían pasar para que se desplazara una página. No te quiero decir lo que había que esperar si querías ver fotos o un video. ¿Descargar música? Olvídalo.
El diseño de las páginas era poco amigable. Las empresas proveedoras de servicios o productos tenían un pobre soporte y atención para los usuarios. En esos ayeres nadie vislumbraba lo importante que era tener conversaciones con el internauta aunque, hay que reconocer, en ese momento era lógico que nadie lo viera como una necesidad debido a las pocas páginas web que existían. En el año 2000 había menos de 50 millones, en 2010 sumaron 200 millones y en 2021 se calculan 1,880 millones, según datos de Statista.
Atención al cliente, el gran reto de las páginas web ante un internauta más exigente
Es tal la exposición de las personas a internet (algunas estadísticas refieren que se pasó de 6 horas 9 minutos de navegación en 2013 a casi 7 horas en 2020) que es natural que sus necesidades de interrelación con las páginas que visitan hayan cambiado.
Y aunque uno puede considerar que la experiencia del internauta hoy vive una estabilidad porque cumple las necesidades de los usuarios, esto no es así. Según datos del reporte CX Trends 2022 de Zendesk, el 54% de los encuestados siente que el servicio de atención al cliente es lo último en lo que piensan las empresas donde compran.
Lo anterior es algo que las organizaciones deben cambiar si quieren ser exitosas y garantizar su permanencia en el mercado. Es indispensable que reconozcan que las expectativas de los clientes han evolucionado y ahora quieren ser tratados como seres humanos y no como un simple signo de pesos.
¿Y esto cómo se logra? Con páginas web que tengan contenidos útiles y que ofrezcan al cliente la mejor experiencia al momento de la navegación, por ejemplo, mediante diseños atractivos y responsivos (es decir, que se adapten a cualquier dispositivo en el que sean consultadas), que las páginas permitan acceder de forma sencilla a sus canales de e-commerce y sean fáciles de usar, con contenidos constantemente actualizados, carritos de compras visibles y con varios canales de atención al usuario (redes sociales, WhatsApp, chatbots, e-mail o SMS disponibles). En pocas palabras, tienen que empoderar al internauta.
Por eso, en este Día Mundial del Internauta, hay que agradecer la evolución en la navegación donde las personas han pasado de ser objetos pasivos y sin posibilidad de ser escuchados a contar con todas las herramientas que ofrece la Inteligencia Artificial, como es el caso de la omnicanalidad. Es decir que, independientemente del canal que elija el cliente, todos contienen los mismos datos y permiten un intercambio de información más eficiente.
Y si se piensa que la evolución digital en relación con el servicio de atención al cliente ha llegado a una fase evolutiva madura y que solo es cosa de que las compañías adopten las herramientas tecnológicas para mejorar sus ventas y el seguimiento de sus consumidores, déjenme decirles que todavía se tiene mucho margen de maniobra.
Hoy se vive la evolución de la Web 3.0 a la Web 4.0, donde la Inteligencia Artificial empieza a consolidarse. Estoy seguro de que, cuando menos lo esperemos, una herramienta como el metaverso se integrará más en la vida de los clientes para mejorar sus experiencias de compras digitales. En pocos años, el metaverso será adoptado y normalizado en las páginas web del futuro e impulsará que cada vez más empresas entiendan la relevancia de contar con la mejor de las atenciones para el usuario. Estoy convencido de que la evolución tecnológica dejará más satisfecho a este nuevo y más exigente internauta en el que todos nos hemos convertido. Al tiempo.
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