Por Luis González-Aspuru
Team leader de ASGAR Corporation
Twitter: @aspurulu
Han cambiado enormemente las razones por las cuales un miembro del equipo se pone la camiseta de un negocio. Antes, además de que era parte de la expectativa, las personas se ponían la camiseta por el “deber ser” y por tener un buen empleo. Cuidaban a su empresa (para cuidar su empleo) y se volvían leales a la marca. Había un cariño a la empresa que se desarrollaba rápidamente.
Ahora es diferente. La nueva generación Millennial no tiene ese apego. Los cambios vertiginosos en tecnología, marcas y productos; la pérdida de involucramiento con las instituciones (educativas, gubernamentales, religiosas, etcétera) y la velocidad con la que la información se mueve hacen que sea mucho más difícil el apego emocional.
Para que alguien realmente “se ponga la camiseta”, además de la parte lógica de la relación laboral (buenas condiciones de empleo, buen producto y buena relación con el liderazgo), se necesita integrar un elemento emocional. Este elemento es muy difícil de lograr. Esta generación cuestiona más y confía menos.
Lo principal es crear una cultura adecuada y llamativa para ellos que incluya factores como intraemprendurismo, creatividad, toma de decisiones, autoaprendizaje y movimientos rápidos.
El reconocimiento a la persona es trascendental. Los Millennials respetan a quienes detentan el liderazgo por lo que pueden aprender de ellos. Están dispuestos a ser coacheados, es más, lo piden. Sin embargo, no están dispuestos a que se les diga qué tienen que hacer sin explicarles el por qué.
Lo primero y más importante es abrir tu mente. Las nuevas generaciones utilizan formas diferentes de comunicación, utilizan más tecnología, le dan menos importancia a los formalismos y los procesos. Una forma para que las nuevas generaciones se adapten correctamente a tu empresa es haciendo los procesos más simples, menos burocráticos y más tecnológicos. Además, es importante capacitar a los equipos (tanto a los millennials como a las generaciones anteriores). No es que unos sean mejores que otros, ambos tienen diferentes habilidades y talentos, la clave está en complementarse.
Genera una cultura colaborativa y con una gran apertura de la comunicación. Eso es importantísimo.
Por último, ten una visión y propósito superior en tu empresa que esté alineada a los valores de la generación Millennial. El objetivo único de hacer dinero no es suficiente, debe haber algo más: medio ambiente, responsabilidad social, diversidad, etcétera, son temas muy importantes para ellos.
Lograr un ambiente de confianza donde se expresen libremente te da la oportunidad de aprender de ellos. Por otro lado, el que ellos también entiendan que la experiencia y formalidad le agrega valor al negocio es importante.
Tendrás que cambiar algunos procesos, hacerlos más simples ocasionará que se sientan más cómodos, aunque a veces también deberás poner reglas y límites explicando las razones.
Junto a ellos encontrarás mejores soluciones a los problemas de documentación, procesos y comunicación formal. Están dispuestos a escuchar y aprender. Están dispuestos a que lideres una visión, de la cual se harán parte.
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