Ciudad de México.- TinyPulse, empresa dedicada a la realización de estudios sobre empleados, publicó en 2015 el “Estudio sobre los trabajadores remotos o home office y las diferencias en la felicidad y las relaciones de trabajo”, el cual fue elaborado con una muestra de 509 empleados estadounidenses que trabajan a distancia y 200 mil trabajadores que laboran habitualmente asistiendo a una oficina.
En dicho estudio, los resultados más interesantes fueron las calificaciones que asignaron a su felicidad laboral de acuerdo con su dinámica de trabajo: en una escala del 1 al 10, quienes trabajan a distancia remota califican su felicidad con 8.1, mientras que los colaboradores que trabajan de manera tradicional en una oficina asignan un 7.42 de calificación.
Por su parte, un estudio de la Universidad de Harvard revela que el desempeño de las personas que aplican home office aumenta por minuto; además, esta modalidad de trabajo contribuye a reducir períodos de descanso y días de enfermedad reportados debido a las condiciones de tranquilidad en el hogar, pues los empleados están liberados del estrés y la presión por llegar a la oficina en caso de mal tiempo o tráfico por un evento en específico.
La práctica del trabajo remoto como alternativa para la empresas suele ser atractiva, pues entre todas las ventajas que los empresarios ven en esta innovadora dinámica, la más jugosa es el abatimiento de costo en gestión (mantenimiento, equipo, inmobiliario, etcétera).
Otras ventajas para la empresa son:
· Ahorro de dinero en soporte técnico.
· Ahorro de tiempo y dinero en problemáticas cotidianas.
· Independencia a los colaboradores y delegación de responsabilidades.
· Pago por resultados y no por un horario asignado.
· Evitar distracciones.
· Ampliación de los tiempo de vida de los activos.
Sin embargo, para que el objetivo primordial del home office se cumpla correctamente, es necesario tener un equipo de trabajo comprometido y entablar previamente una cultura organizacional adecuada, según explica Luis González Aspuru, experto en gestión de capital humano y team leader de Asgar.
La esencia de esta nueva forma de trabajo se pierde cuando se guía bajo la premisa principal de reducir costos, pues su trasfondo va más allá del dinero. El método, la técnica y la dinámica radican en brindarle calidad de vida y de trabajo al colaborador con el fin de aumentar la productividad. Ese gran paso no se puede dar sin colaboradores con buena mancuerna y realmente comprometidos con la empresa.
Antes de cambiar la dinámica de trabajo en las empresas, es importante tener en cuenta que lo que adquiere valor son los resultados que la fuerza laboral esté dando, mismos que dependerán de muchos otros factores para que sean satisfactorios. Tener modelos de negocio actualizados, más productivos y eficaces es importante para sobrevivir a la competencia; sin embargo, es necesario evaluar previamente los cambios que se desean hacer a una empresa, ya que por más innovadores que sean si no se ejecutan correctamente repercutirán de manera negativa.
Implementar home office en una empresa debe ser una decisión muy bien planeada, ya que se deben considerar determinadas negativas que pueden repercutir gravemente e incluso hacer fracasar una empresa:
· Nivel empresa: No todas las empresas son candidatas para practicar home office. Las principales son las que ofrecen servicios de gestión y que requieren únicamente un ordenador para realizar su trabajo.
· Nivel colaborador: No todos los colaboradores tienen la capacidad de desarrollar sus tareas laborales desde casa por diversas razones: aptitudes, actitud, carácter, gustos, hábitos, modos de vida, etcétera.
· Nivel salud: Así como esta práctica puede mejorar la calidad de vida de los colaboradores y aumentar su productividad, también puede resultar lo contrario afectando el trabajo y al trabajador. ¿Cómo? El no tener una cultura organizacional y una convivencia interpersonal (la no socialización) puede traer consecuencias psicológicas severas: ansiedad, histeria, paranoia y depresión (La OMS prevé que en el año 2020 ésta sea la segunda causa de discapacidad en el mundo, tan sólo después de las patologías cardiovasculares).
Como método de integración en esta competencia global, independientemente de que los líderes y directivos de cada organización vean la “formación empresarial” como un método estratégico de penetración en el mercado y como una manera más de afianzar alianzas y clientes ya establecidos, deben verla como un paso más en el desarrollo interno de la empresa y el crecimiento conjunto con su equipo de trabajo. De ello dependerá el buen recibimiento y desarrollo de otros componentes tecnológicos o tendencias organizacionales integrados a la empresa como lo puede ser el trabajo remoto, ya que sin una cultura organizacional, valores alineados y misión conjunta entre empleado y empleador todo será en vano.
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Hacer home office es común para algunos y totalmente desconocido para otros. Creo que ocurre algo muy parecido con las oficinas virtuales: No es para todos.