Por Juan Carlos Lozano
Director general de Creatividad
Twitter: @jlozano_creati
Una de las virtudes del ser humano es que podemos asumir más responsabilidades tanto a nivel personal como profesional. Enfocándome en lo que implica organizar eventos, los meeting planners indudablemente somos multitaskers y a muchos, como en cualquier otro sector, nos cuesta trabajo aprender a decir ¡NO!, aunque también es cierto que tener la habilidad y creatividad de encontrar diversas alternativas antes de dar un NO como respuesta es una característica que la mayoría adquiere con la práctica.
Probablemente se deba a un tema cultural. Algunos pensarán que acceder a cada una de las solicitudes que cada cliente solicita habla bien de un organizador; sin embargo, no es así. En ocasiones, desde el inicio de una petición, sabes que no es una opción viable porque no es lo mejor para el evento o para la agencia, a pesar del entusiasmo del cliente, o porque no eres la persona indicada para llevar a cabo dicha solicitud y, a pesar de eso, en ocasiones das respuestas evasivas antes de decir que no.
Creo que esta característica cultural es muy nuestra, ya que en Estados Unidos y Europa no sucede lo mismo, ellos dicen de manera cotidiana y sin temor «no puedo», «no quiero», «no me gusta», etcétera.
Como profesional en la organización de eventos, seguramente ha habido épocas en las que tienes demasiados eventos por organizar; tus colaboradores y tú trabajan a marchas forzadas y si llega una nueva petición de evento, pese a la alta carga de trabajo, eres incapaz de decir ¡NO! o te cuesta mucho trabajo hacerlo.
Atreverte a decir NO no significa que perdiste sino, al contrario, quiere decir que eres consciente, que valoras la importancia de cada evento y que decides dedicarle el tiempo justo a cada uno.
Hay una situación que se presenta con frecuencia en la industria: el cliente sabe que, por alguna razón, el evento que había solicitado ya no se realizará y no se atreve a decirlo a tiempo; mientras tanto, como meeting planner sigues trabajando e invirtiendo tiempo, esfuerzo e incluso dinero en el proyecto, lo que finalmente se convierte en un desperdicio de recursos por la pena, miedo o falta de honestidad.
Considero que en la industria de reuniones hace falta una cultura de negocios más formal, en la que se hable con sinceridad y se expongan los problemas sin temor. Dos cabezas piensan mejor que una, por lo que es importante que como organizador, cliente o proveedor hables con la verdad por el bien de cada proyecto; quizá, en un inicio, uno de los involucrados se enoje, pero, finalmente, en conjunto encontrarán mejores soluciones.
Warren Buffett, reconocido inversionista y empresario estadounidense, dijo: «La diferencia entre personas exitosas y personas realmente exitosas es que las personas realmente exitosas dicen no a casi todo».
Se han escrito libros para que las personas aprendan a decir NO; creo que la clave está en ser honesto con cada una de las personas con las que te relacionas, incluso, las que no tienen que ver con tu ambiente profesional. De cualquier forma, antes de pronunciar el tan temido NO, te sugiero que busques alternativas para cada situación. Finalmente, si el ser sincero incluye un NO, tranquilo, no te sientas mal, te aseguro que estarás evitando problemas y malos entendidos.
Sigue a The markethink y entérate de los temas más actuales y sobresalientes de la industria.