Por Mauricio Sánchez
Director general de Grupo Human
Twitter: @GrupoHuman

La ciudad ya luce sus decoraciones luminosas. Se nota un incremento en la afluencia de personas que acuden a los centros comerciales. Los restaurantes develan el menú especial dedicado a estas fechas. En las empresas se escucha hablar sobre intercambios, fiestas y aguinaldos. El olor a pino permea el ambiente. No hay marcha atrás, la época navideña ha comenzado.

Pero, ¿qué representa la navidad para una organización? En general, para las personas que dan vida a la organización es una época de vacaciones, de baja productividad, poca demanda, revisión de metas, cierre de cuentas, inventarios, ajustes, bonificaciones, gastos, festejos y regalos. Esa es una visión clásica sobre estas fechas. Si se observa con detenimiento cada uno de los conceptos que conforman dicha visión, el resultado será un conjunto de referentes con un enfoque externo en el cual la empresa se relaciona con sus colaboradores, clientes y proveedores pero de manera unidireccional, dejando de lado el valor de las personas.

La navidad es una época del año que, si bien puede tener un carácter religioso o consumista, en general se caracteriza por enaltecer valores como la unidad, la familia, solidaridad, gratitud, humildad, paz, dedicación y amistad; es un tiempo de reflexión para mejorar aquellas áreas de oportunidad que durante el año se hayan presentado.

Para una organización es un excelente momento para aprovechar el espíritu navideño y regalarles a los colaboradores algo más que un bono, alguna gratificación económica, un electrodoméstico o una fiesta. Es la oportunidad perfecta para que la organización inculque valores fundamentales y así mejore las relaciones laborales entre empleados, además de fortalecer el sentido de pertenencia que el colaborador puede llegar a tener con la empresa.

La falta de motivación o el poco compromiso que algunos colaboradores presentan pueden ser erradicados con una estrategia que se apoye en la temporada navideña y de aquellas características positivas que aporten a solucionar éste o cualquiera que sea el conflicto en una empresa.

Para este caso en específico, una buena estrategia es hacer partícipes a los colaboradores en actividades que fomenten, por ejemplo, la solidaridad. Generar una campaña de recolección de alimentos para alguna institución infantil de escasos recursos inculcará en los colaboradores el valor de la solidaridad y aunque en cualquier momento del año se puede realizar esta actividad, lo cierto es que por ser época navideña las personas suelen ser más receptivas ante estas situaciones y por ello su colaboración es mayor. Así, la empresa introduce un valor muy importante entre sus colaboradores que posteriormente podrá explotar o reforzar en una capacitación formal.

La comida de celebración por el fin de año es otro gran ejemplo de cómo una organización puede contribuir a mejorar la calidad de vida de sus colaboradores con un regalo que no necesariamente tiene que ver con el aspecto económico. La fiesta podría entenderse como el obsequio, pero el verdadero valor de un evento de esta naturaleza no se encuentra en los platillos que se sirven ni en los objetos que se rifan, el regalo con mayor valor será el mensaje que las personas se lleven después de la celebración. Este mensaje, que puede darse de formas diferentes y cuya repercusión es más importante de lo que muchos creen, se puede hacer a través de un breve discurso por parte de los directivos exaltando los valores propios de la época y la importancia de aplicarlos en el día a día de la organización o con alguna dinámica de integración y comunicación, o quizá hacer un evento integral en el cual cada área sea responsable de una tarea y así la organización y el éxito de la fiesta de fin de año sea producto de la colaboración, el trabajo en equipo, la unidad y el esfuerzo de todos los colaboradores de la empresa.

El verdadero significado de la navidad se lo dará cada persona en función de sus creencias, necesidades, experiencias y valores. Bajo esta perspectiva, una organización puede contribuir a generar un significado basado en valores propios y aquellos característicos de la época, siempre en favor de los colaboradores, para su crecimiento personal y profesional, con la idea de valorar todos los aspectos humanos positivos sobre aquellas ideas materiales y superfluas que, más allá de beneficiar, perjudican a las personas.

Al final, ¿qué valdrá más: un electrodoméstico o una forma positiva de actuar frente a la vida que favorezca a las buenas prácticas dentro de una organización?

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