Por Jeniffer Ibarra
Directora de negocio y servicio al cliente en Alkemy
La capacidad de observar, entender y adaptarse velozmente son tres capabilities básicos que las agencias digitales actuales deben tener como parte de su forma de trabajo para así asegurar que mantienen a sus clientes en una conversación innovadora y relevante para ellos.
Hemos visto a lo largo de los últimos años cambiar el foco de la comunicación, las marcas han tenido una fijación por relacionarse con los Millennials y explotar el consumismo de esta generación, entendiendo después que la decisión sería de la generación Z para incluso llegar a un punto donde buscan hacerse presentes con los Alpha.
Hoy por hoy, vivimos en un mundo mucho más diverso generacionalmente y las decisiones de compra cada vez se diluyen más en distintos segmentos, por lo que es importante identificar el rol que juega cada una de nuestras audiencias tanto en el contexto socio-cultural como dentro de la categoría específica.
Tal es el caso de la “silver economy”, un segmento poblacional de más de 55 años que cada vez busca integrar más la tecnología en su vida. Es un segmento al cual hay que poner especial atención, ya que cambiarán patrones económicos en dos sentidos: por un lado como generadores de empleo, pues tienen la capacidad económica y experiencia profesional para desarrollar pequeñas y medianas empresas, en las cuales además buscarán el apoyo de generaciones más jóvenes para impulsar la digitalización de sus modelos de negocio; por otro, los vemos también como un segmento consumista, para el cual se podrán desarrollar nuevos productos y servicios e incluso adecuar los actuales a las nuevas necesidades de esta generación.
Estamos frente a una nueva economía potencial, la cual se encuentra en desarrollo, pero debemos tomar en cuenta sus nuevos hábitos, usos y costumbres para estar preparados con el talento necesario que sea capaz de generar estrategias de comunicación y soluciones que entiendan a esta silver economy.
¿Cómo desarrollar talento que comprenda a los diferentes consumidores?
El desarrollo de talento es responsabilidad de las agencias digitales, considerando que de lado de las marcas existe un rezago en la digitalización de sus procesos y, por lo tanto, del talento general dentro de las compañías.
El foco importante por parte de las agencias debe ser en varios sentidos:
• Talento multicultural. La capacidad de crear equipos donde convivan diferentes géneros y edades es clave para impulsar la curva de aprendizaje y poder entender distintos puntos de vista generacionales que permitan desarrollar estrategias asertivas para comunicarse con el público objetivo.
• Visión global. Desarrollar perfiles que entiendan que la relación, consumo y convivencias de las distintas audiencias están lejos de ser exclusivamente locales y que sean capaces de entender cómo se desarrollan otros mercados para adelantarse al propio, así como entender los diferentes puntos de contacto y roles que tienen los mismos de frente a una serie de generaciones de clientes actuales y potenciales.
• Objetividad digital. El talento necesita abordar las estrategias y bajadas con la madurez de entender que tanto las plataformas como el uso que se les da a cada una no son equitativos generacionalmente y, por ende, deben aprender a desarrollar estrategias y mensajes que se adapten al consumidor y no esperar que el consumidor se adapte a las marcas.
El estudio de KPMG Panorama de la Innovación en México y Centroamérica señala que el 83% de las organizaciones considera que centrarse en la innovación es más relevante que hace un año. Abrazar la innovación desde todos los frentes es lo que permite que también el talento tenga una curva de aprendizaje más acelerada y constante para que así no se quede estancado, sabiendo que la innovación debe permear en usos tecnológicos, estructuras organizacionales, uso de herramientas, definición de procesos y formas de trabajo.
En una realidad que las empresas más tradicionales están demandando perfiles digitales para poder transformar su negocio. Las agencias tienen un rol clave en el desarrollo de este talento para impulsar la digitalización de las marcas y, en consecuencia, de los consumidores, generando así una economía y modelos de consumo cada vez más apalancados en modelos digitales.
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