Por Erika Chafino
Directora de mercadotecnia de Grupo Human
Twitter: @ejchafino
Mantener un equilibrio entre la vida profesional y personal se ha vuelto cada vez más complicado debido a los avances tecnológicos que han transformado la dinámica laboral; no obstante, encontrar un balance es posible si se establecen prioridades y se delimitan horarios para cumplir con las obligaciones laborales sin descuidar el ámbito personal.
Elaborar una lista de tareas es útil para administrar mejor el tiempo que se le dedica a cada una de ellas. Algunas serán más importantes que otras y requerirán mayor atención. Algunos proyectos tienen fecha de entrega, por lo que es importante aprender a establecer prioridades.
Cuando no se lleva una eficiente administración del tiempo, los niveles de desempeño disminuyen y el estrés y el cansancio ocasionan problemas de salud. El bienestar y la felicidad de una persona está relacionado con su capacidad para lograr un balance entre sus actividades profesionales y sus responsabilidades laborales. Algunas estrategias para organizar el tiempo en el trabajo son:
● Planeación. Repasar las actividades un día antes ayuda a tener claro cuáles son las tareas que se deben realizar, estableciendo prioridades y tiempos de entrega.
● Ejecutar. Una vez clasificadas las actividades de acuerdo con su importancia, el siguiente paso es ejecutarlas; para ello, es esencial evitar las distracciones y concentrarse en un solo objetivo. Es recomendable iniciar con las actividades que necesitan más tiempo para después realizar aquellas que no presentan mayor dificultad, esto ayuda a mantener la concentración en aquellas tareas que demandan un mayor esfuerzo.
● Trabajo en equipo. El trabajo colaborativo puede mejorar la gestión del tiempo; al delegar ciertas responsabilidades, se avanza más rápido en la consecución de objetivos y, a su vez, se impulsa el desarrollo profesional de otras personas.
● Descanso. Tomar pausas entre cada actividad ayuda a disminuir los niveles de estrés y a retomar las actividades con mejor disposición y concentración.
● Una tarea a la vez. Evitar hacer varias tareas a la vez y enfocarse en una sola actividad es clave para alcanzar las metas propuestas; al respetar los plazos de entrega, se evita la sobrecarga de trabajo.
Para lograr un equilibrio entre ambas facetas es fundamental establecer y respetar el tiempo destinado a cada actividad; para esto, se debe cumplir con las responsabilidades del trabajo dentro del horario de la oficina, no llevarse trabajo a casa, aprender a desconectarse y evitar incluir actividades laborales que interfieran con el tiempo destinado a la familia.
Al igual que en el trabajo, los asuntos personales requieren una eficiente planeación, la comunicación es sumamente importante para crear una armonía entre las responsabilidades familiares y laborales. El tiempo fuera de la oficina dedicado a actividades que ayuden a recargar energía, como hacer ejercicio, momentos de diversión, meditar, leer o descansar, es vital para mantener un buen rendimiento en el trabajo y mejorar la salud, esto se ve reflejado en el bienestar y la felicidad del individuo.
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