Por Mónica Moreno
Head of market de MileniumGroup México
Una de las grandes lecciones que nos dejó el 2020 fue la importancia de ser más flexibles a la hora de planear, definir y cumplir nuestros objetivos de trabajo. Y es que, con el inicio de la pandemia, quedó demostrada la necesidad de que todas las organizaciones y sus áreas de marketing cuenten con recursos y herramientas para hacer frente a una interrupción importante e imprevista.
La respuesta ante este reto puede encontrarse en el Agile. Esta metodología, originada hace dos décadas desde el ámbito tecnológico con el desarrollo de software y el crecimiento de internet, surgió para -entre otros puntos- anteponer las respuestas rápidas, adaptables y ágiles frente a lo que -hasta entonces- era el esquema rígido y cuadrado de la programación. Tiempo después ese mismo pensamiento trascendió al marketing para buscar la flexibilidad y escalabilidad de crecimiento como las características principales de cualquier estrategia y sus acciones, además de la planeación en corto plazo y la colaboración como otras de sus cualidades.
Por ello, queda claro por qué la metodología Agile adquirió especial relevancia durante 2020 en compañías de distintos sectores y tamaños.
¿Por qué incorporar el Agile en tu estrategia de marketing?
Si la empresa en la que laboras o tu propia compañía conoce y pone en práctica este esquema, ¡enhorabuena! Es muy probable que hayas logrado afrontar con éxito los cambios que se presentaron el año pasado al tener sobre todo la capacidad de adaptar rápidamente tu planeación y acciones a los retos del mercado.
Y si aún no te sumas a este tendencia, estos son algunos puntos del por qué te conviene adoptarla a tu trabajo en marketing:
● Cambio cultural: Como ya lo comentamos, la colaboración es importante pero también lo es la transformación de pensamiento que debe tener tu equipo junto con otros miembros de la organización. Por ello, debe promoverse la capacidad para adaptarse al cambio, la planeación en corto plazo y la disposición a aprender de los errores que puedan cometerse.
● Experimentación e iteraciones rápidas: Las extensas planeaciones que se hacían en el marketing quedaron ya en el pasado. Si algo nos enseñó la pandemia fue que las acciones de cualquier estrategia deben ejecutarse por periodos cortos a fin de obtener resultados y aprendizajes más rápidos que guíen los siguientes pasos a seguir.
● Empleo de datos e indicadores: Toda la información que se obtiene a partir de la experimentación constante lleva a generar nuevos aprendizajes que, por si fuera poco, son medibles y llevan a una mejor toma de decisiones.
Sin embargo, antes de sumarte al Agile Marketing, debes tener muy claro por qué necesitas una estrategia apegada a este esquema y comunicárselo claramente a tu equipo y al resto de la compañía. En este punto podrás definir diferentes directrices que quieras optimizar como: reducir el costo por cliente, incrementar retorno por inversiones en pauta o mejorar la entrega de tus anuncios, así como tus audiencias, teniendo claro que el testeo de canales será clave para saber a dónde dirigir los esfuerzos.
Al respecto, algo que no debes perder de vista es que la adopción de una nueva metodología lleva tiempo. Experimenta poco a poco y en pequeña escala los cambios que busques implementar en tus estrategias sin dejar de revisar constantemente los resultados que obtengas. Comienza con parte de tu equipo para irlos preparando -un paso a la vez- a esta práctica.
Recuerda que adoptar el Agile Marketing supondrá un ejercicio multidisciplinario que, si se hace correctamente, te permitirá reducir riesgos, optimizar tus recursos y mejorar constantemente tu área, al mismo tiempo que toda la organización.
Ante el inicio de un nuevo año, tienes frente a ti una excelente oportunidad para llevar tu marketing a un modo más flexible, rápido y ágil. El éxito puede estar ahí.
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