Ciudad de México.- La retroalimentación laboral constituye el núcleo de la comunicación interna en cualquier organización. Simplificando podríamos decir que la retroalimentación es un proceso mediante el cual se proporciona información, ya sea positiva o negativa, acerca del desempeño de un empleado, con el propósito de influir en su actitud y, en última instancia, en su rendimiento. Pero, ¿qué tipologías existen y cuál es su alcance? A continuación, tratamos de responder a estas preguntas. ¡Toma nota!
Pero, ¿qué es exactamente la retroalimentación laboral?
Para comprender plenamente la importancia de la retroalimentación laboral en la comunicación interna, es esencial definirla en términos claros. Para continuar con la breve pincelada anterior, podemos agregar que es la respuesta que se brinda a un estímulo específico, permitiendo su evaluación. Por supuesto, abarca tanto las reacciones positivas como las negativas ante una conducta o acción específica. No obstante, es esencial resaltar que la retroalimentación laboral no debe confundirse con un juicio; más bien, representa un proceso orientado hacia la mejora continua, enfocando su mirada en lo que una persona hace, sin adentrarse en juicios sobre su persona misma.
Tipos de feedback
Para poder extraer el máximo partido de la retroalimentación como recurso comunicativo, es fundamental distinguir los diferentes tipos, cada uno con su propia finalidad y aplicación, pues una comprensión profunda de estos se hace esencial para potenciar el trabajo en equipo y fortalecer la comunicación interna.
Retroalimentación por procedencia
Interna: Autocrítica y autorregulación emocional
La retroalimentación interna se centra en la autoevaluación. Implica el ejercicio de la persona para evaluar su propia conducta y emociones. En el ámbito laboral, esta forma de retroalimentación se vincula estrechamente con la autocrítica y la autorregulación emocional. Algunas de las estrategias más comunes para fomentar la retroalimentación interna incluyen la implementación de encuestas de autoevaluación y la configuración de una cultura empresarial que promueva la autorreflexión. Es innegable que la capacidad de un empleado para examinar su propio desempeño se torna crucial para el crecimiento y la autorregulación dentro del entorno laboral.
Externa: Feedback o intercambio mutuo de datos
La retroalimentación externa, por otro lado, proviene del entorno que nos rodea. Surge cuando otras personas, ya sean compañeros o superiores, proporcionan comentarios sobre nuestro trabajo. En el contexto laboral, esto implica un intercambio mutuo de datos que contribuye sustancialmente a la mejora del rendimiento y fortalece la integración grupal. En este sentido, la retroalimentación externa se torna esencial para un enfoque más amplio y equilibrado del desempeño laboral.
Retroalimentación por intención
Positiva: Estímulo del crecimiento
Como podrás intuir, la retroalimentación positiva tiene como objetivo destacar las fortalezas y acciones positivas de una persona en su trabajo. Su propósito es impulsar el crecimiento personal y profesional al reconocer los logros y fomentar el desarrollo. Esta forma de retroalimentación no solo celebra el éxito, sino que también motiva a los empleados a seguir superándose y perfeccionando sus habilidades.
Negativa: Corrección y mantenimiento del equilibrio
La retroalimentación negativa, en contraste, se enfoca en las áreas de mejora del empleado y compara su desempeño con las expectativas establecidas. Su objetivo primordial es informar al trabajador sobre cómo corregir su actuación y, de este modo, mantener el equilibrio dentro del sistema laboral. Aunque puede ser desafiante recibir retroalimentación negativa, es esencial para el crecimiento profesional y la corrección de errores.
Otros tipos de feedback
Implícito: Señales más sutiles
La retroalimentación implícita se comunica a través de señales sutiles, como tonos de voz o gestos inconscientes. Aunque puede ser útil en ciertas circunstancias, corre el riesgo de ser malinterpretada o pasar desapercibida. La falta de claridad en la retroalimentación implícita puede dar lugar a malentendidos y confusiones en la comunicación interna.
Explícito: Claridad y directividad
En contraposición, la retroalimentación explícita se caracteriza por su claridad y directividad en la comunicación. Se brinda de manera abierta y su intención es evidente. Este tipo de retroalimentación se utiliza específicamente para generar un cambio en la conducta de la persona receptora. Su impacto radica en su franqueza y claridad, lo que facilita la comprensión y la acción.
Constructiva: Amplificando la autocrítica
La retroalimentación constructiva se centra en la evaluación de las diferencias entre la actitud deseada y la actitud mostrada por el empleado. Se caracteriza por ser descriptiva y detallada, concentrándose en aspectos específicos que requieren mejora. Esta forma de retroalimentación no solo señala los errores, sino que también proporciona orientación y sugerencias para su corrección. Además, se utiliza en el feedback positivo al resaltar logros y cualidades valoradas.
La retroalimentación en la dinámica laboral
Como vemos, se trata de un componente esencial en los procesos de cambio y mejora dentro de las empresas. Para que sea efectiva, debe convertirse en un proceso constante, en lugar de relegarse a unas pocas reuniones anuales de revisión. La implementación de canales de comunicación interna que permitan una retroalimentación constante se hace esencial para que todas las partes involucradas puedan conocer su desempeño y, en consecuencia, mejorarlo. Esto, a su vez, contribuye al éxito en la comunicación interna y al desarrollo de un equipo de trabajo eficiente.
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