Ciudad de México.- Los cambios de estación obligan a nuestro cuerpo a adaptarse a las nuevas circunstancias climáticas. Con la llegada del otoño y próximamente del invierno, se puede generar una baja de energía que conlleva a tener una sensación de fatiga y menos ganas de estar fuera de casa. Adicionalmente, el ciclo normal de sueño puede verse afectado por el cambio de horario y exposición a la luz solar, ya que anochece más temprano.
¿Cómo saber si es momento de cambiar de colchón?
Una pieza clave para prevenir estos síntomas y poder disfrutar de un buen descanso es el colchón, por lo que si sientes que ya no descansas como antes, fijarse en los siguientes 5 puntos te ayudará a saber si es momento de tirar tu colchón actual y comprar uno nuevo:
1. Manchas y bacterias
Un colchón suele acumular gran cantidad de humedad. Ésta, junto al calor corporal y a la piel que se descama de forma natural, ofrece a los ácaros el entorno ideal para vivir y multiplicarse. Ellos son los principales microorganismos que habitan en los colchones, pero no son los únicos. Los derrames accidentales de fluidos corporales o líquidos promueven la aparición de hongos, bacterias y malos olores.
Por más que laves y aspires, la tela y fibras del colchón se van desgastando, provocando que la tarea de limpieza sea desgastante y desalentadora.
2. Huecos repentinos
El desgaste del colchón se ve reflejado en el hundimiento o bultos en la superficie del colchón. A medida que se utiliza un colchón, éste va perdiendo su forma original. Y en casos extremos, tu silueta puede llegar a quedar marcada en el espacio que siempre duermes.
Aunque lo voltees cada 3 meses, ese hundimiento se seguirá presentando, lo que ocasionará que no descanses profundamente y tengas sueño al día siguiente.
3. Los famosos resortes
Te sorprendería saber que aún existen colchones con demasiados resortes dentro que al irse desgastando van saliendo de órbita hacia la superficie. Cuando menos lo esperes podrías estar en un campo minado de resortes que te provocarán estrés, generándote nudos en todo el cuello aparte de picazón y hasta raspaduras.
4. El tamaño sí importa
Quizás desde pequeño dormías en un colchón individual, pero conforme van pasando los años, las necesidades cambian. El poder estirarte sin salirte de los bordes o dormir sin patear a tu pareja o sacar volando a tu mascota en medio de la noche son indicios de que estás durmiendo más cómodamente en un colchón con el tamaño que se adecua a tus verdaderas necesidades.
5. Malos olores
Por muchas veces que el colchón se haya lavado, si éste conserva ciertos olores que se hacen notar incluso sobre sábanas frescas, es momento de un cambio. Quererlo disfrazar con aromatizantes o incluso con perfumes, en lugar de mejorar el olor, creará un popurrí de aromas que a largo plazo se tornará incomodo y desagradable al momento de dormir, provocando que tu descanso no sea satisfactorio.
Dormir bien es esencial para la salud, ya que permites que tu cuerpo se recupere del desgaste diario y que tu cerebro sea capaz de procesar información y gestionar las emociones adecuadamente. Para un descanso profundo, lo mejor es tener un buen colchón.
Los colchones Emma, al ser hipoalergénicos y contar con una novedosa tecnología termorreguladora, ayudan a la reducción de malos olores, se mantienen libres de bacterias y, además, debido a sus 3 capas de espuma perfectamente combinadas garantizan un mejor soporte para columna.
Aunque los colchones no vengan con una fecha de caducidad, sí tienen una vida útil. Por lo tanto, identificar las señales que indican que es momento de cambiar de colchón es elemental para dormir feliz y descansar.
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