Ciudad de México.- Dormir bien, aparte de ser uno de los pocos placeres gratuitos que nos da la vida, es salud. Cada vez hay más y más estudios que relacionan un mal descanso con la obesidad, por no hablar de que un buen descanso hace que nuestra piel esté mas tersa, lustrosa y libre de ojeras.
Pero más allá de aspecto físico, un correcto descanso favorece el sistema inmunológico, haciéndonos más resistentes a influenzas, catarros y a otras enfermedades; incrementa la creatividad; mejora la memoria y la destreza; protege el corazón, ya que los insomnes tienen hasta tres veces más posibilidades de sufrir problemas del corazón; reduce el estrés y mejora el estado anímico entre otros beneficios.
Parece fácil, ¿verdad? Sin embargo, el insomnio es una problema que cada vez afecta a más y más mexicanos. Además, no se trata solo de las horas que pasamos durmiendo, ni siquiera en las horas que pasamos tumbados en el colchón. Y es que… ¿Acaso realmente descansamos cuando dormimos? ¿Qué podemos hacer para tener un sueño reparador y que nos proporcione todos estos beneficios?
Lo primero en lo que debemos pensar es en nuestras rutinas, ya que unas malas rutinas hacen que nuestro reloj interno no se aclare a la hora de entrar en reposo. Debemos mantenerlas lo más estables posibles. No hacer ejercicio justo antes de dormir ya qué, aunque vayamos más cansados, pondrá nuestro cuerpo a tope. No cenar muy pesado, ya que es mejor ir con la panza ligera a la cama que con empacho. Pero sobre todo, es vital tener un buen colchón.
Los mejores colchones no producen los mejores sueños pero sí el mejor descanso. Es por ello que es importante que tengas cuidado a la hora de elegirlo. No solo tiene que ser de buena calidad, sino que tiene que ser un colchón adecuado a ti, a tus necesidades, rutinas y a tu gusto.
Antes de escoger un colchón debes tomar en cuenta varios factores:
- ¿Duermes solo o acompañado?: Antes de comprar un colchón debes pensar en cuántas personas van a usarlo, no solo por el tamaño, sino porque cada cuerpo es un mundo y cada persona necesita unos materiales diferentes. Igualmente, es conveniente tener dos almohadas, no solo para que uno de los miembros de la pareja no “robe” la almohada al otro, sino porque es la mejor forma de que cada uno tenga una almohada adecuada a su cuerpo.
- Tamaño: Independientemente de si duermen una o dos personas en la misma cama, es importante ver el tamaño. Hay personas que prefieren un colchón enorme donde puedan moverse libremente toda la noche sin que una pierna o un brazo acaben escapando de la cama. Hay otras que prefieren uno más pequeño, ya sea por hacer la cama más fácil al día siguiente, por costumbre o porque se sienten más arropados en un espacio menor.
- Complexión: Otro de los puntos más importantes a la hora de elegir un colchón es tu complexión. Dependiendo de tu peso y forma física debería tener una mayor adaptabilidad o quizás una mayor firmeza. Por supuesto, aquí influyen también los gustos personales, ya que no todos se sienten cómodos en una cama más dura.
- Posturas al dormir: Hay quien cree que las posturas al dormir dicen mucho de tu personalidad. Esto no es muy acertado, pero lo que sí es verdad es que si te mueves mucho mientras duermes, te conviene tener un colchón que se adapte a tus movimientos, ya que la presión estará cambiando de lugar continuamente.
- ¿Caluroso o friolero?: La batalla por la temperatura ideal no solo se basa en poner o quitar mantas, sábanas y colchas o ponerlas más o menos gruesas. El colchón o concretamente los materiales con los que está hecho influyen muchísimo en este aspecto. Y es que los materiales de los que está hecho el colchón pueden resultar más calurosos o más frescos, así que debes elegirlos conforme a tus gustos.
- Salud cervical: No es lo mismo tener una espalda sana que tener problemas cervicales o musculares. La vida hace que la espalda sufra mucho y un colchón inadecuado o un mal colchón puede empeorar esta situación, del mismo modo, un buen colchón puede ayudarte a paliarlo.
Por lo tanto, debes encontrar un colchón que se adapte a ti, en lugar de adaptarte tú al colchón. Colchones Restonic puede ayudarte con esto a la hora de renovar ese importante elemento en tu vivienda, hábito que deberías hacer aproximadamente cada diez años, pues dormir con el mismo colchón por más de una década, sin duda, pasará factura a tu espalda.
Colchones Restonic no solo tiene diferentes tamaños para adaptarse a ti (individual, matrimonial, Queen Size, King Size…), sino también dispone de muchos modelos y materiales para que puedas elegir el modelo perfecto para ti.
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