Ciudad de México.- Entre los muchos aspectos que han cambiado en la industria de las apuestas deportivas a la luz de las tecnologías digitales y de internet, están también las relaciones y las transacciones de intercambio entre las casas de apuestas online y sus clientes. Obviamente, la estructura de estas transacciones ha cambiado porque ahora casi todo ocurre en línea, pero hay mucho más que el simple canal de distribución y comunicación que se lleva en el mundo virtual.
Hoy puedes vivir en una parte del planeta y apostar en un evento que tiene lugar en la otra parte del planeta. Puedes estar aquí y apostar tu dinero allí. Las casas de apuestas no tienen por qué existir en el mundo natural, no tienen por qué ser casas de apuestas físicas, pueden ser simplemente casas dónde hacer las mejores apuestas esports.
No necesariamente aceptan dinero en efectivo de los clientes o dan dinero en efectivo por las ganancias de esa manera. Existen diferentes medios para realizar transacciones en las páginas de apuestas, sobre todo aquella donde puedes apostar por el rey de todos los deportes. En algunos casos, ni siquiera necesitan aceptar las monedas fiduciarias tradicionales, ya que las criptomonedas se están extendiendo tanto por todo el mundo que estamos viendo cómo poco a poco se apoderan de muchos de los mercados convencionales.
Hoy en día, las apuestas web no solo compiten entre sí en función del alcance geográfico y la proximidad a los apostantes. Como pueden llegar a un público más amplio, entablan otra forma de rivalidad que, al final, beneficia a los propios apostantes.
Ofrecen bonificaciones atractivas, invierten mucho en promociones, proporcionan precios y líneas competitivos e incluso ofrecen escuelas de apuestas y asesoramiento sobre cómo los apostantes pueden mejorar su juego, cómo pueden gestionar sus fondos, cómo pueden desarrollar estrategias ganadoras, etc.
La relación entre las casas de apuestas deportivas y sus clientes está adquiriendo un nuevo tipo de dinámica. Ya no es la casa de apuestas la que marca las pautas y las reglas, sino que es el apostante el que adquiere un mayor control y todo ello se debe a que el mundo en línea ha aumentado la transparencia y ha trasladado el poder al usuario.
Los apostantes no se quedan con un sitio de apuestas en particular si no están realmente contentos o fundamentalmente satisfechos con lo que ofrece. Pueden comparar precios, servicios y ofertas al instante y sin esfuerzo. Pueden comparar precios, servicios y ofertas al instante y sin esfuerzo, lo que les da un poder de negociación más sustancial. Los costos de cambio son bajos, por lo que pueden recurrir a una casa de apuestas de la competencia sin más.
Por esta razón, las casas de apuestas necesitan ahora ser más creativas, más innovadoras y casi más de todo si quieren mantener sus relaciones transaccionales con los apostantes. En otras palabras, tienen que ser muy atractivas para llamar la atención de los apostantes al principio, convertirlos en clientes después y, al final, transformarlos en clientes fieles.
Deben ofrecer una cartera diversificada de mercados de apuestas online, cuotas competitivas o líneas que se acerquen más a las probabilidades reales de los acontecimientos. Deben estar más abiertos a todo lo nuevo como nuevas formas de pago (ya existen aplicaciones de apuestas con payID), nuevos tipos de apuestas (más apuestas de apoyo), nuevos mercados (eSports, etc.). En resumen, tienen que estar atentos a cualquier novedad que surja y estar preparados para captarla, para no poner en riesgo su capacidad de ofrecer lo que quieren los apostantes.
Constantemente oímos que las apuestas deportivas han experimentado grandes transformaciones con internet y que las relaciones entre las casas de apuestas y los apostantes están cambiando. Pero lo que realmente está ocurriendo es que las casas de apuestas están reorganizando sus relaciones con sus clientes en su esfuerzo por mantener dichas relaciones.
Sigue a The markethink y entérate de los temas más actuales y sobresalientes de la industria