Ciudad de México.- En la actualidad, la educación en México vive una transformación en su manera de impartirse. Debido a la pandemia de COVID-19, las clases presenciales con los docentes dentro de las aulas tuvieron que quedar atrás para trasladar la enseñanza a los propios hogares, donde el apoyo de los padres ha sido fundamental para que el aprendizaje en línea de sus hijos sea exitoso.
¿Cómo motivar el aprendizaje en los niños que tomarán sus clases en línea?
Para el inicio de este ciclo escolar, la organización civil mexicana Educación para Compartir comparte algunas recomendaciones para ayudar a las familias a crear un mejor ambiente de aprendizaje en el hogar, lo que a su vez permitirá fortalecer los lazos familiares:
• Asignación de un espacio de trabajo. Juntos padres e hijos seleccionen un sitio en casa que será destinado para trabajar y estudiar, en el que los niños se sientan a gusto, sin demasiadas distracciones. Invítalos a utilizar este espacio para desarrollar sus propios proyectos de aprendizaje, no sólo para tomar clases vía remota o hacer tareas. Que este sitio se convierta en su nuevo punto de encuentro e interacción para hacer otras actividades como sala de lectura o para armar rompecabezas.
• Material a su alcance. Procura que tus hijos tengan a la mano todos los insumos que utilizan con frecuencia en el salón de clases, por ejemplo: cuaderno, libros de texto, colores y diccionario, etcétera.
• Elegir un juguete o un objeto de su preferencia. Éste los podrá acompañar durante su momento de estudio y al terminar podrán jugar con él.
• Motivarlos constantemente. Ofréceles retos, objetos y diferentes situaciones para que puedan poner en marcha su creatividad y desarrollar su resiliencia.
• Visibiliza el aprendizaje. Realiza preguntas para que puedan identificar qué aprenden con cada juego y cómo evoluciona ese aprendizaje a lo largo de los días, semanas e incluso años.
• Generen acuerdos de tiempos. Establece horarios dedicados para labores escolares y algunos donde puedan tener libros o revistas que no sean de la escuela y que les gusten como libretas para colorear o dibujar.
• Establecer reglas. En conjunto, definan la ubicación, la privacidad y el tamaño, teniendo en cuenta la comodidad y la seguridad de los niños.
“El desarrollo integral es un proceso continuo. El desarrollo físico, cognitivo y emocional comienza a fomentarse desde edades tempranas que contribuyen en los cimientos para etapas futuras, es decir, que a lo largo de nuestra vida continuaremos fortaleciendo cada una de las áreas”, afirmó Ana Ferraro, coordinadora general de operaciones de Educación para Compartir.
De ahí la insistencia en la calidad a la hora de educar, en la que se incluyan actividades recreativas lúdicas que permitan a los niños desarrollar su imaginación y creatividad tomando el juego como una lección de aprendizaje.
Desde hace más de 13 años, Educación para Compartir ofrece un sistema en el que se combinan juegos, valores, habilidades socioemocionales y retos globales en la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que en conjunto son vistos como una oportunidad de aprendizaje para los estudiantes en la que se les inculcan hábitos de vida saludable, intereses por la ciencia, el arte, el cuidado del planeta y promoviendo el ejercicio de la ciudadanía para el desarrollo sostenible.
Para más información, puedes visitar el sitio web educacionparacompartir.org, así como los perfiles de redes sociales de Educación para Compartir, donde podrás encontrar información útil para hacer del aprendizaje un proceso divertido.
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