Ciudad de México.- La figura del director de orquesta, tal como se le conoce hoy en día, nace en el siglo XIX. Tiene antecedentes que datan desde la Edad Media -directores corales y compositores maestros de capilla-, pero fue debido a la complejidad musical de la sinfonía y, con la aparición de nuevos instrumentos, a las mejoras en los ya existentes, integrando varios de ellos a la alineación sinfónica, que nace la alineación musical que conocemos como orquesta sinfónica o filarmónica y, con ella, el director artístico.
La figura de un director de orquesta, también conocido como ‘maestro’, es la referencia de los músicos para que entre ellos exista la coordinación, el tiempo, la dinámica, la entrada y el ritmo. El director artístico es aquella persona que marca las decisiones necesarias para que una interpretación culmine en un acto increíble.
Curiosidades sobre la labor de un director de orquesta
Natanael Espinoza, director artístico de la Orquesta Filarmónica del Desierto, Coahuila de Zaragoza (OFDC) desde hace 7 años y quien ha destacado por sus presentaciones en el Palacio de Bellas Artes, el Festival Internacional Cervantino y el acompañamiento a los solistas internacionales Plácido Domingo, Andrea Bocelli, Nadine Sierra, entre otros, nos comparte 5 datos curiosos sobre el trabajo del director de orquesta:
1. La batuta funciona como apoyo visual para los músicos, siendo una extensión de la mano. Existen directores de orquesta que optan por no usar la batuta durante sus presentaciones.
2. El director de orquesta no necesariamente sabe tocar todos los instrumentos; sin embargo, sí conoce el alcance de cada uno de ellos.
3. ¡Las manos lo son todo! Por medio de ellas se comunica el tiempo, las entradas, los inicios y finales, pero con el cuerpo también se logra comunicar y proyectar energía que es vital para la interpretación.
4. El reto principal para un director de orquesta es lograr la interpretación de una obra a través de su instrumento: la orquesta.
5. Es indispensable que exista química entre director y orquesta para lograr un concierto espectacular.
Con pasión y autenticidad, el maestro Natanael Espinoza afirma: “Para mí lo más importante es conectar con mi instrumento, la orquesta, y después la magia sucede”.
Sin duda, no se podría lograr una interpretación maravillosa sin la sinergia que existe entre el director y su orquesta, ya que ambos combinan los sonidos y la energía para proyectar todas las emociones necesarias que hacen que una obra sea una experiencia inolvidable para la audiencia.
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