Por Hugo Vidal
Twitter: @morfosmedia
Nels Coxman (Liam Neeson) recorre la misma ruta todos los días retirando la nieve de los caminos y haciendo un trabajo indispensable para el pueblo de Kehoe, que basa su economía en los turistas y el sky; es un ciudadano reconocido y respetado en la comunidad y tiene una vida ideal y tranquila hasta que su hijo es asesinado en las instalaciones del aeropuerto donde trabaja.
Las cosas cambian para Coxman, sabe que su hijo no es capaz de lo que se le acusa y su misma esposa le voltea la cara, así que trata de desenmarañar la ruta que lo llevará al jefe de la mafia entre asesinos de apodos absurdos. Es entonces cuando vemos al Liam Neeson que conocemos buscar a los culpables de la muerte de su hijo y vengarse poco a poco y con saña de ellos, aunque ahora con un ritmo más lento. Toda la cinta se mueve de forma pausada para dar oportunidad al espectador de digerir el humor sombrío de su director Hans Petter Molland.
La fría venganza se percibe en la tranquilidad con la que Neeson hace pagar a los mafiosos, no le importa quién es, su familia o sus negocios, no le interesa la organización, sólo quiere venganza. El inconveniente es que la historia se va volviendo cada vez más surreal conforme avanza para llegar a un tono absurdo hacia el final, donde el humor negro salpica el fin de la historia.
Título original: Cold Pursuit (Hard Powder)
Dirección Hans Petter Moland
Guion: Frank Baldwin (Remake: Kim Fupz Aakeson)
Música: George Fenton
Fotografía: Philip Øgaard
Reparto: Liam Neeson, Laura Dern, Emmy Rossum, Julia Jones, William Forsythe, Elysia Rotaru, Tom Bateman, Aleks Paunovic, John Doman, Domenick Lombardozzi, Raoul Trujillo, Ben Hollingsworth, Emily Bruhn, Nathaniel Arcand, Victor Zinck Jr., Arnold Pinnock, Wesley MacInnes, Chris Logan, Bradley Stryker, Tom Jackson, Micheál Richardson, Elizabeth Thai.
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