Por Aarón Figueroa
Jefe del área técnica de Raloy Lubricantes
Los lubricantes automotrices desempeñan un papel crucial en el buen funcionamiento de los motores de vehículos ligeros y pesados, ya que reducen la fricción entre las piezas que los componen, minimizan su desgaste y disipan el calor generado por la combustión que ocurre durante su operación. Entender cómo actúan, así como las ventajas que estos fluidos proporcionan, ayudará a usuarios y mecánicos a obtener un mejor costo-beneficio de estos productos.
El mercado mexicano de lubricantes automotrices ha experimentado un crecimiento importante en los últimos años. De acuerdo con información e investigación de mercados generada por Raloy, su volumen se estima en alrededor de 800 millones de litros para 2024.
Lo anterior se debe, en gran parte, al crecimiento de la industria automotriz en México, que durante 2023 colocó al país en el séptimo mayor productor de vehículos a nivel mundial, según cifras de Statista. En cuanto a la venta de automóviles, para finales de 2024 la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores proyecta que se comercializarán 1,525,880 unidades nuevas, lo que representará un crecimiento de 11.9% respecto al mismo lapso de 2023, con la consecuente demanda de lubricantes automotrices.
Los principales fabricantes de lubricantes han intensificado su presencia en el mercado automotriz y han desarrollado productos más avanzados que se adaptan a las necesidades de los motores modernos y a las condiciones climáticas y geográficas actuales. Estos fluidos no solo buscan ofrecer un mayor rendimiento, sino también alinearse con las normativas ambientales. Los aceites de baja viscosidad y los lubricantes ecológicos están ganando popularidad debido a su capacidad para reducir las emisiones contaminantes, hacer más eficiente el consumo de combustible y tener un mejor desempeño.
Por otra parte, la demanda de servicios especializados para automóviles también se ha incrementado. Cada vez más talleres automotrices y concesionarios ofrecen paquetes de mantenimiento preventivo que incluyen la aplicación de lubricantes de alta calidad, lo que representa un ahorro a largo plazo para los propietarios.
La importancia del lubricante en el vehículo
Un motor de combustión interna está compuesto por una variedad de piezas metálicas móviles que interactúan entre sí bajo condiciones extremas de temperatura y presión. Sin la lubricación adecuada, esas partes se desgastan rápidamente, lo que puede llevar a fallas mecánicas prematuras.
Los lubricantes se encargan de mantener separadas las piezas en movimiento de un motor en función, limpiar las partículas carbónicas que se forman por una mala combustión en el mismo, neutralizar los agentes químicos contaminantes que se generan durante la ignición de combustible y proteger los catalizadores que controlan la emisión de gases de efecto invernadero. Esta última función es la clave del éxito para mantener un vehículo en operación en la actualidad.
En este sentido, el uso de lubricantes de calidad es una inversión estratégica. Aunque el costo pueda ser alto, los beneficios a largo plazo lo retribuyen. Un motor bien lubricado puede aumentar su vida útil de manera considerable, ya que se reduce la frecuencia de reparaciones, muchas veces costosas, e incrementa el tiempo que transcurre entre cada servicio de mantenimiento.
Viscosidad, característica clave del lubricante automotriz
La elección de un lubricante para motores de combustión interna depende de las especificaciones que estipula el fabricante del mismo y una característica esencial es su viscosidad, la cual se refiere a la resistencia que el producto tiene a fluir. Entre mayor sea la viscosidad (ejemplo 20W-50, 25W-60), será menos eficiente para controlar la temperatura excesiva que genera la combustión, y mientras menor sea (como 15W-40, 10W-30, 5W-30, 0W-20), tendrá más eficiencia en dicho control.
El que los mecánicos automotrices conozcan esta información es clave para recomendar y aplicar el producto adecuado a los motores, lo mismo que para los dueños de los autos al solicitarlo. Es por ello que los fabricantes de vehículos recomiendan en el manual del usuario la viscosidad adecuada para el lubricante de motor, entre otros fluidos importantes.
Los lubricantes Raloy se apegan a las especificaciones técnicas de los fabricantes de vehículos, ya que se fabrican bajo los más altos estándares de calidad, con procesos que utilizan las más avanzadas tecnologías y con materias primas sostenibles. Estas ventajas operativas, así como nuestro conocimiento y expertise en la industria, nos permite adoptar las especificaciones de nuestros productos a la mitad del intervalo internacional para ayudar a los usuarios a prevenir un gasto excesivo de combustible, al tiempo de mantener sus motores con una temperatura óptima de trabajo al brindarles una mayor fluidez.
La viscosidad también es uno de los principales diferenciadores entre los lubricantes de los distintos fabricantes. Los productos que tienen viscosidades altas tardan más tiempo en “llegar” a las partes metálicas distantes o más altas del motor (levas y válvulas), gastan más gasolina, generan un mayor desgaste y emiten más contaminantes, pero desde la década de los 90 se tiene la idea de que así lo requieren los vehículos, de que un fluido más grueso controla mejor la temperatura cuando es al contrario, no existe un conocimiento especializado entre conductores ni mecánicos para elegir el lubricante adecuado, así como una cultura que promueva su correcta selección, incluso se cree que el factor de calidad se relaciona con un precio alto originado por los costos de publicidad y no es así.
Al ser Raloy el proveedor de lubricantes de aproximadamente el 80% de los fabricantes de vehículos automotores a diesel y gasolina, manejamos todo tipo de especificaciones y las validamos en nuestro Centro de Tecnología Aplicada que está certificado por la EMA (Entidad Mexicana de Acreditación) y el IATF (International Automotive Task Force), además de estar alineada a estándares globales de calidad como los de la ASTM (American Society for Testing Materials). Nuestros productos ayudan a proteger los motores de tal forma que los vehículos se conservan como nuevos, además de que sus envases están hechos con una tecnología ecológica que disminuye considerablemente su tiempo de degradación respecto a otros materiales.
Costo-beneficio para el usuario
El ahorro en costos es uno de los principales beneficios para el dueño de un automóvil que elige y utiliza un lubricante de manera adecuada, ya que al proteger de manera eficiente las partes críticas del motor, se reduce el gasto de combustible y se alarga su tiempo de vida, pues la fricción y el desgaste de sus piezas se reducen de manera considerable. Usar un aceite de calidad evita problemas como el sobrecalentamiento, fallas en el sistema de combustión o incluso la destrucción de elementos que son cruciales como los pistones y los cilindros.
Por ejemplo, un vehículo del año 2016 puede llegar a los 360,000 kilómetros sin problemas mayores si utiliza el lubricante adecuado para su motor, mientras que otros que no lo hacen, al alcanzar 80,000 kilómetros, ya presentan daños. Además, un motor que opera con un lubricante de calidad mejora su eficiencia energética de manera significativa, lo que se traduce en un ahorro en el gasto de combustible para el usuario.
¿Cómo elegir el mejor lubricante para tu vehículo?
Las recomendaciones de Raloy para conductores y mecánicos son:
- Revisar el manual del fabricante del vehículo que indica el tipo de lubricante apropiado para el motor que tiene y el tipo de cuidados que requiere. Si no se cuenta con él, investigar directamente con el fabricante.
- Detectar bajo qué condiciones trabaja el motor: temperatura, nivel de desgaste al que se expone, características ambientales, geográficas, etc.
- Revisar que el producto esté apegado a las categorías de servicio del American Petroleum Institute (API), que son estándares internacionales de calidad.
- Buscar la especificación de servicio que requieren los motores más nuevos del fabricante del vehículo utilizado (la última emitida por la API es SP) y adquirir lubricantes que la tengan.
- Elegir un lubricante fabricado con procesos eficientes y sostenibles.
- Seleccionar el lubricante con la viscosidad adecuada para el motor del auto a utilizar.
- Evitar la selección de un lubricante de viscosidad alta cuando la unidad cuente con un kilometraje avanzado.
De manera adicional, para el cuidado de las unidades se recomienda calendarizar un programa de mantenimiento para afinar los vehículos en el kilometraje que les corresponda y solicitar a los técnicos que les apliquen el lubricante indicado.
El uso de lubricantes automotrices adecuados no solo es una cuestión de mantener el motor en buen estado, sino también representa una estrategia de ahorro económico a largo plazo para el usuario. Es una inversión que recomendamos hacer, ya que ofrece un costo-beneficio significativo en términos de rendimiento pero, sobre todo, de prevención y por lo tanto, de tranquilidad.
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